La Universitat de València se suma a la declaración “València, ciudad climáticamente neutra 2030”
El alcalde de València, Joan Ribó, y la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, han firmado la declaración de intenciones “València Ciudad Climáticamente Neutra 2030”, el documento que señala el compromiso de ambas instituciones para hacer de València una de las cien ciudades europeas climáticamente neutras antes del año 2030.
Después de la firma del mismo texto por parte del rector de la Universitat Politécnica, José Esteban Capilla, el pasado día 10, la ciudad suma desde hoy a sus dos universidades públicas a este reto internacional al que opta, y que la Comisión Europea seleccionará el próximo mes de marzo.
Han participado en el acto de la firma el vicealcalde y concejal de Ecología Urbana, Sergi Campillo, y el concejal de Emergencia Climática, Alejandro Ramón. La adhesión de la Universitat de València se ha materializado apenas un día después de la presentación, por parte del alcalde, de la estrategia de la Misión Climática València 2030, una convocatoria que reunía ayer en el Salón de Cristal del Ayuntamiento a todo el tejido social, económico, emprendedor, académico, cultural e institucional de la ciudad, que plasmó la suma de voluntades diversas y plurales hacia un objetivo común: acelerar la neutralidad climática de la ciudad en el horizonte 2030.
El alcalde, Joan Ribó, ha manifestado su satisfacción por este acuerdo entre el Ayuntamiento y la Universitat de Valencia “dirigido a alcanzar la misión de que València sea una ciudad descarbonizada en 2030”. “Es un objetivo muy complejo y muy importante, pero que el Ayuntamiento no puede hacer solo”, ha señalado el alcalde, quien ha destacado, “la satisfacción de tener en este proyecto a la primera universidad pública de nuestra ciudad, que surgió desde el Ayuntamiento de València hace más de 500 años; y el hecho de que hoy esta universidad se sume a esta gran idea, a esta misión que nos hemos planteado, es un paso adelante muy importante”.
Por su parte, la rectora Mavi Mestre, ha asegurado que iniciativas como ésta “son el presente; pero, sobre todo, son el futuro, son un deber que tenemos con las generaciones futuras”. Mestre ha manifestado la voluntad de la UV de participar en esta iniciativa, “aportando tareas de búsqueda y de investigación; y también de difusión; porque es muy importante hacer las cosas, pensarlas, compartirlas y difundirlas”. La rectora de la UV ha recordado que la institución cuenta con más de 55.000 estudiantes de grados, másteres y doctorados, “una población grande de jóvenes a los que estos temas les ilusionan y con los que están comprometidos”. Y ha concluido subrayando que “tenemos que aprovechar todo ese potencial para hacer de València una ciudad mejor y más saludable, con mejor calidad de vida, y que ello también se valore desde fuera”.
Un proceso de transformación urbana
Mediante esta declaración, València se obliga, “como impulso al compromiso adquirido hacia la neutralidad climática, a adherirse a un proceso de transformación urbana en el marco de la misión europea, con el compromiso de colaborar y acelerar la implementación de soluciones que promuevan la equidad y produzcan beneficios sociales, económicos y ambientales en nuestras ciudades; a aprobar metas y objetivos, y diseñar una hoja de ruta para lograr la descarbonización y la transición ecológica con una visión de justicia climática; a acelerar la implementación de la Misión Europea de Ciudades y comunicar el valor social de los procesos de transformación urbana en alianza con la ciudadanía; y a desarrollar e implementar en València proyectos con capacidad transformadora, con el compromiso de incorporar a todos los agentes (administraciones públicas, sector privado, academia, sociedad civil y medios de comunicación)”.
En este contexto se incluye la coordinación y colaboración con la Universitat de València “en la definición y puesta en funcionamiento de espacios de co-generación de soluciones orientadas a la consecución de la misión climática (generando espacios de co-gobernanza para la reflexión estratégica sobre el futuro de la ciudad y la definición conjunta de líneas estratégicas de colaboración para el desarrollo del modelo de ciudad descarbonizada; estableciendo mecanismos de colaboración con la UV en relación con los proyectos encionados; o haciendo de la ciudad un gran espacio de innovación.
Por su parte, la Universitat, al adherirse a dicho proceso de transformación se compromete a “poner al servicio de la ciudad los aprendizajes y las soluciones desarrolladas en el camino hacia el cumplimiento de la descarbonización en 2030; aprobar metas y objetivos, y diseñar una hoja de ruta para lograr la descarbonización de los campus, con una visión de justicia climática; comunicar a la comunidad universitaria el valor social del proceso de descarbonización para concienciar e implicar a la ciudadanía; alinear a la misión climática y dotar de una orientación estratégica las aportaciones que se realizan desde la comunidad universitaria de la UV (personal docente e investigador, de administración y servicios, estudiantado, facultades y escuela, departamentos, institutos de investigación, centro cultural, jardín botánico y demás estructuras de la UV) como actores del ecosistema de innovación de la ciudad de València; y generar nuevos espacios de co-generación de soluciones, diálogo estratégico y orientado a la transferencia mutua de conocimiento e incidencia sobre las políticas públicas orientadas a la consecución de la misión climática de la ciudad”.
100 ciudades climáticamente neutras
Dentro de pocos días Europa cerrará el plazo para formar parte del grupo de 100 ciudades climáticamente neutras sobre las cuales la Unión volcará sus esfuerzos en los próximos ocho años. Ayer mismo, el manager de la Misión Climática Europea, Mathew Baldwin, valoraba el impulso de la candidatura valenciana, una propuesta que se basa en la unión novedosa y pionera “de las políticas públicas orientadas por la Agenda 2030 y la innovación, actuando desde los principales sectores que impactan en las emisiones de CO₂: la movilidad, el transporte, la energía, la actividad económica e industrial, la renaturalización y biodiversidad de la ciudad, las viviendas o el diseño urbano”. La candidatura valenciana escenifica también la unión de todos los estratos de la sociedad en un objetivo común, dado que al sector público se han sumado el privado, el universitario y el ámbito de la sociedad civil como embajadores del proyecto.